En nuestros sistemas practicables, nuestro herraje perimetral sitúa puntos de cierre cada 800 mm como máximo. Ello le confiere una seguridad básica muy elevada, pero puede mejorarse hasta alcanzar la clasificación RC1 e incluso RC2, las cuales ya dificultan en extremo los intento de intrusión a la fuerza.
Las posibilidades estéticas también son numerosas, destacando la posibilidad de emplear herrajes ocultos, en los que las bisagras quedan ocultas, incluso las manetas (como la Maneta Arch Invisible en ventanas de aluminio).
Las manetas también son una parte importante. Disponemos de una gran variedad de diseños y acabados según el tipo de apertura, serie utilizada y necesidades de seguridad.